Tener una hija en la etapa adolescente puede ser retador pues tu hija comienzan a experimentar cambios en su cuerpo y en su carácter que puede afectar el ambiente familiar.
Lo básico, es entender que está en una evolución natural y que mientras más apoyo exista hacia ella, más sencillo será transitar este momento. Lo más importante, es el apoyo que les den y los límites que pongan en casa para formarla.
Estos puntos ayudarán a crear un vínculo fuerte con sus hijas y fortalecer su relación.
Un problema muy común en la sociedad es el querer lograr que las hijas sean como los padres eran a su edad. El mundo para el que nos criaron nuestros padres, simplemente ya no existe. Entonces ¿por qué empeñarnos en criar a nuestras hijas como lo hicieron nuestros padres?
Si bien es cierto que deben existir límites, reglas y respeto en el hogar; también debemos preocuparnos por aceptar su forma de ser, sus gustos y metas para hacerla sentir valiosa, aunque esto no nos lo hayan enseñado nuestros padres.
Respeta su espacio, respeta su proceso y respeta su aprendizaje.Es completamente normal sentir la ansiedad de salir corriendo a advertirle y tomar las decisiones por ella. Lo cierto es que, el aprendizaje que debe conseguir de estos momentos sólo lo obtendrá por sí misma, nadie más podrá ponerse en su lugar.
Tu hija necesita vivir y experimentar ciertas cosas para poder entenderlas, mientras que ustedes como padres tienen que saber respetar su intimidad. Cuiden sus comentarios y mantengan temas privados alejados de amistades o familiares, porque pueden llegar a dañar su autoestima al cometer indiscreciones.
La verdad es que los límites en la adolescencia son una forma de demostrar amor. Como padres deben trazar líneas que le permitan sentirse libre, sin olvidar que habrá consecuencias si no acata las reglas familiares.
No se trata de inscribirse al mismo gimnasio, asistir a todas sus clases de baile o querer acompañarla en todas sus actividades, sino de que se tomen el tiempo para saber un poco de las cosas en las que ella está interesada. Ya sea la música, los deportes, el cine o cualquier cosa que le apasione, poder platicar con ella acerca de esos temas puede crear un vínculo de pertenencia más fuerte.
Está comprobado que en una familia donde se mantiene una comunicación constante, las hijas adolescentes tienen menos probabilidad de incurrir en conductas de riesgo. Por ello, cuando exista un conflicto relájense y comiencen un diálogo que le haga entender su punto de vista y su posición como padres.
Es complicado, pero si logran que su hija los entienda, podrán llevar una relación más sana. A diferencia de ser estrictos ante una decisión, intenten explicar y llegar a un acuerdo pues la comprensión es un aspecto clave en esta etapa.
A lo largo de nuestra vida atravesamos por varias etapas donde adquirimos sabiduría. La adolescencia, es la primera etapa donde estamos súper conscientes de lo que estamos viviendo y donde nos formamos una filosofía de vida.
Asegúrense de ser padres receptivos ya que este momento de dudas, incógnitas, incertidumbres y descubrimientos personales, es crucial en la vida de una persona.
Escucha sus dudas, sus pensamientos, sus preocupaciones y dale un consuelo desde tu experiencia. Si por alguna razón no se sienten capacitados para responderle, acérquense a Dios y a algún profesional que los guíe.
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Un factor importante en la adolescencia de tu hija es la cercanía que existe entre la escuela y ustedes como padres de familia.
Una secundaria para niñas puede ayudar a tu hija a sentirse cómoda y entendida al rodearse de sus pares quienes atraviesan por la misma etapa que ella. Además, las profesoras entenderán las necesidades específicas de una joven adolescentes y te podrán acompañar en esta etapa de su educación.
En el Colegio Fontanar nos gusta acompañar a nuestras familias con sesiones de preceptoría a lo largo del año escolar para tener un seguimiento integral del crecimiento de nuestras alumnas. De esta forma, como papás pueden estar más tranquilos de que tanto en casa como en el colegio hay alguien que se preocupa por tu hija.
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