El virus de COVID-19 ha traído distintos retos a la humanidad, entre los cuales hay uno que nos interesa en particular: las relaciones familiares en este contexto incierto y que continúa año y medio después de haber comenzado.
Estos son algunos de los principales retos que las familias de hoy alrededor de todo el mundo están enfrentando. ¿Se identifican con alguno de ellos? Si es así, enseguida les sugerimos algunas maneras de enfrentarlos.
No sabemos cuánto tiempo más va a durar la contingencia sanitaria por Covid-19. En México todavía muchas personas no tienen completo su esquema de vacunación. En especial, los menores de 18 años siguen a la espera de que se confirme que serán vacunados; por eso es muy importante seguirlos cuidando.
Ahora lo más seguro es quedarse en casa, a menos que sean actividades esenciales como ir al trabajo o a la escuela. Por ello, debido al encierro muchas familias pueden estar experimentando miedo y ansiedad. Lo importante es entender que no está mal sentirse así y tratar de controlarlo para que no se convierta en un miedo paralizador.
Platiquen entre esposos: como adultos se entenderán mejor y podrán escuchar a su hija sin juzgarla ni minimizar lo que siente. Simplemente agradezcan que confíe en ustedes y juntos valoren todo lo bueno que hay en sus vidas.
Ahora tenemos que algunas actividades se siguen llevando a cabo en línea desde casa, hemos tenido que adaptar esos espacios para realizar nuestros deberes. Por ejemplo: mamá y papá ahora tienen que colaborar un poco más con el aspecto escolar de su hija, no debemos saludar de mano y, finalmente, debemos lavarnos las manos constantemente.
Como cualquier cambio drástico en la vida, hay cierta resistencia que debe superarse. Para lograrlo intenten ver en familia lo positivo de estar en la mayor parte del tiempo en casa, como la posibilidad de reconocerse y consolidar sus lazos afectivos.
A propósito, los expertos indican que es normal pasar por 7 etapas de la resistencia al cambio que son: el choque, la negación, la ira, la negociación, la depresión, la prueba y la adaptación. Así que juntos debemos tener paciencia y apoyarnos en momentos en los que la desesperación aparezca.
Es importante que las familias no pierdan del todo su rutina anterior a esta etapa, ya que de una forma u otra muchas de esas cosas nos ayudarán a adaptarnos a la nueva normalidad. Así que la estructura en las actividades cotidianas es clave para no caer en desánimo y mantener la salud mental.
<< 6 cualidades que tienen las familias unidas >>
En esta época de incertidumbre nuestras hijas que pertenecen a la generación Z están tan inmersas en internet que a veces creen que si está ahí es verdadero.
Por eso, juntos hagan ejercicios en los que comparen información contradictoria entre sí, y luego opinen sobre ella; esto puede jugar un papel fundamental para mantener la confianza a partir de información fidedigna, útil y que contribuye al crecimiento familiar.
La convivencia familiar puede generar conflictos entre hermanos; de ser así trata de que dialoguen sin ofenderse o pegarse. Dale espacio a cada hijo para que puedan relajarse y sentirse en paz.
Asimismo, promueve valores como la paciencia, el respeto, la tolerancia y el amor. A esto ayudan los juegos en línea y presenciales. Recuerda que aún los aprendizajes más difíciles pueden compartirse de una manera didáctica para que tu hija se acerque fácilmente a ellos y los aprecie.
Tratar de cumplir con los deberes del trabajo, el hogar y las hijas puede someter al matrimonio a una presión inusual. Lo que tú y tu pareja deben saber como matrimonio de Dios es que las adversidades se deben afrontar juntos, por más difíciles que sean.
“El amor verdadero es paciente, perdona, acepta, ayuda, cree, entiende, nunca se rinde y nunca falla”. 1a Corintios 13:4-8
La constante convivencia durante el aislamiento social pueden provocar, como en todo matrimonio, algunos conflictos, pero recuerden siempre mantener el amor, la paciencia y la empatía al momento de resolver los problemas.
“La blanda respuesta quita la ira; más la palabra áspera hace subir el furor”. Proverbios 15:1
En estos tiempos la fe de las familias puede ser puesta a prueba, pero ahora más que nunca, como padres tenemos la oportunidad de dar el ejemplo a nuestros hijos de confiar en Dios y en su misericordia. Muéstrense devotos y confiados en que las pruebas de la vida son parte de nuestro crecimiento.
<< La importancia de crecer con virtudes >>
En el Colegio Fontanar sabemos que el amor y la unión de las familias logrará que nos sobrepongamos a este desafío. También nos preocupamos porque nuestras alumnas tengan una convivencia familiar sana y armónica que les permita concentrarse en sus estudios, con la tranquilidad de contar una familia fuerte que las respalda.
Por ello, contamos con sesiones de preceptoría a lo largo del ciclo escolar para evaluar el avance y el apoyo que nuestras alumnas necesitan.
<< ¿Qué son las preceptorías del Colegio Fontanar? >>
Camino Fracc. Vista Real #119 , Col. Vista Real, Querétaro Qro.
